Rab Ari Kahn
En Profundidad

Parasha Vaikra

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Uno de los temas principales de la parashá Vaikrá es la idea del korbán - ofrenda.  Este concepto puede ser una sorpresa, porque si el judaísmo cree en un Di-s todopoderoso y trascendente, ¿cuál es el propósito del korbán?  Después de todo, ¿por qué Di-s, Quien crea y sostiene todo, necesita nuestras ofrendas?

Claramente, la respuesta debe ser que Di-s no \"necesita\" estas ofrendas.  Si este es el caso, ¿por qué la Torá nos ordena llevar ofrendas, y con tantos detalles?  El Rambán (Najmánides), en su comentario a la Torá, trata esta pregunta presentando primero el enfoque racional e \"inaceptable\" ofrecido por el Rambam (Maimónides) en su libro \"Guía de los perplejos\": los judíos, influenciados por otras culturas, se han acostumbrado ha esa clase de dependencia ritual.  En lugar de permitir ritos paganos, la Torá hizo algunos cambios básicos, y le pidió al hombre que ofrezca lo que él deseaba.  Di-s, por su parte, no tiene necesidad de estas ofrendas.

Debemos notar que en su trabajo de leyes - el libro Mishné Torá - el Rambam dice que los korbanot son un \"Jok\", la clase de ley que el hombre no sabe su razón.  Pero, el Rambam agrega, es ciertamente \"una de las fundaciones del mundo".  El método utilizado por el Rab Jaim Soloveichik para resolver esta aparente contradicción entre las escrituras del Rambam es el siguiente: Rab Jaim enseñó que cuando hay una contradicción entre la posición del Rambam en su trabajo de leyes, \"Mishné Torá\", y su trabajo filosófico, \"Guía de los Perplejos\", el primero es considerado con más autoridad, especialmente cuando, como en el caso de la razón de los korbanot, una visión filosófica es expuesta en el Mishné Torá.

Mientras que la respuesta del Rambam sobre los korbanot en la "Guía de los Perplejos" resuelve por lo menos la pregunta básica, deja un gusto desagradable, porque si los korbanot fueron simplemente una adaptación al nivel relativamente bajo de la comunidad en ese tiempo, ¿por qué la Torá trata este tema con tantos detalles?  Más aún, ¿por qué estas leyes continuaron en el período del Segundo Templo, cuando los judíos no estaban ya afectados por la influencia pagana?  Más aún, en el Mishné Torá, el Rambam insiste que los sacrificios serán una parte del servicio en el Tercer Templo.  En resumen, mientras contesta el problema principal, el Rambam despierta nuevas preguntas.

La polémica del Rambán en contra del Rambam recuerda su ataque en contra de los comentarios que asocian al Mishkán con el becerro de oro, donde el Rambán discute que algo tan profundo como el Mishkán debe tener una explicación mejor que simplemente una respuesta por parte de Di-s al comportamiento pecaminoso del pueblo.  Irónicamente, el ataque del Rambán a la posición del Rambam sólo sirvió para publicitarlo, efectivamente ampliando la esfera de influencia de la misma opinión que él deseaba desacreditar.

La propia posición del Rambán es que las distintas acciones involucradas en el ofrecimiento del korbán se relacionan con diferentes aspectos de la necesidad de exoneración del hombre.  El aspecto más distintivo, el esparcimiento de la sangre, tiene la intención de servir como un recuerdo simbólico de que el hombre que ha pecado, de alguna manera, perdió su propia vida.

El Jafetz Jaim acentuó que cualquier pecado es equivalente a la herejía - negación de Di-s.  Para que una persona peque, debe creer que Di-s no existe realmente, o, en el momento del pecado, la persona debe creer que Di-s no se dió cuenta de su acción o no le importa.  Por otra parte se podría decir que un pecador puede aceptar la existencia Divina, pero pensar que él va a poder \"sobornar\" a Di-s más tarde.  Porque si una persona considera que Di-s realmente está mirando, siempre \"se cuidará\", y siempre responderá a toda acción de rebelión y no podrá ser sobornada, el pecado será imposible.  Es por eso que vemos que para que el hombre peque él debe exponer alguna clase de posición herética, aún con bases temporarias.

Cualquier acción pecaminosa es una separación de Di-s, y en verdad, de la vida misma.  Es la misericordia (rajamanut) de Di-s que permite que un pecador llegue a obtener el perdón.  Con este enfoque podemos ver que no es Di-s Quien \"necesita\" de las ofrendas, sino que es el hombre el que necesita ser rehabilitado.  La sangre del animal sirve como un recuerdo vívido de la vulnerabilidad y mortalidad del hombre.  Esta experiencia de \"casi muerte\" quiere ser un ímpetu para el crecimiento espiritual, llamando al hombre a sacrificar al animal que está dentro de él, que le provoca a él pecar.

El korbán, es entonces, una experiencia poderosa que toma en consideración el aspecto psicológico del hombre.  Después de dar esta explicación el Rambán escribe:

"Y de acuerdo con el camino de la mística hay en los korbanot un gran secreto?el nombre de Di-s usado exclusivamente al respecto no es "E-l" ni es "Elo-him"sino que es el nombre compuesto por las letras 'iud', y 'he', y  'vav', y 'he', el nombre único, que nadie piense que el korbán es para alimentar a Di-s" (Comentario del Rambán a Vaikrá 1:9).

El Rambán nos recuerda que el nombre de Di-s ('iud', y 'he', y 'vav', y 'he') se refiere al aspecto trascendente de Di-s; es el nombre que indica que Di-s está más allá del entendimiento del hombre.  Al emplear este nombre y excluir todos los otros nombres de Di-s, señala la incongruencia de la idea de \"las necesidades de Di-s".  El nombre Elo-him, por otro lado, se refiere a Di-s como Juez y Creador, conceptos que el hombre puede comprender.  Si este nombre de Di-s hubiera sido utilizado en conexión con los korbanot, uno podría haber estado tentado a imaginar que es posible dar un \"soborno\".  Pero, cuando nosotros contemplamos que los korbanot son ordenados por Di-s ('iud', y 'he', y 'vav', y 'he'), entonces nos damos cuenta que no podemos ofrecer ninguna coima.  El siguiente pasaje en el Talmud es la fuente de la enseñanza del Rambán:

"Fue enseñado: Rabí Shimón ben Azai dijo: vengan y vean lo que está escrito en el capítulo de los sacrificios.  Ni 'E-l'? ni 'Elo-him" está escrito allí, sino sólo Hashem ('iud', y 'he', y 'vav', y 'he'), para no dar a los herejes ninguna posibilidad para rebelarse" (Menajot 110a).

Además, este \"nombre\" indica la cualidad de encontrarse por encima del tiempo.  Esto puede ayudarnos a entender cómo el perdón tiene lugar: si un hombre pecó ayer, y hoy se arrepintió, ¿cómo puede su presente actitud deshacer lo que él hizo ayer?  Si nosotros entendemos que Di-s se encuentra por encima del tiempo - verdaderamente, Di-s crea el tiempo - y nosotros tratamos de restablecer una relación con Di-s, entonces el tiempo se transforma en menos que un factor.  Cuando el hombre se conecta con el Di-s trascendente, "ayer" se transforma en una perspectiva humana limitada que ya no lo limita.  Este es el misterio de la Teshuvá, y del perdón.  El hombre hace "teshuvá"; él retorna a Di-s, y Di-s lo perdona.  Esto explica por qué la palabra "korbán" deriva de la raíz "Ka Re V", "acercamiento".  El korbán es el acto que permite al hombre acercarse a Di-s.  La teshuvá no es sólo un retorno a Di-s, es también un retorno a uno mismo, al potencial que hay dentro del hombre, la imagen de Di-s que hay dentro de cada uno de nosotros.  Cuando el hombre hace teshuvá, él retorna al corazón de la divinidad que hay dentro de él, a ese \"tzelem Elo-him\" que es su esencia.

La importade los korbanot está en la rehabilitación del hombre.  El judaísmo es una religión que ve el valor de la vida de los animales.  El sacrificio de los animales no es una expresión de indiferencia hacia los animales.  Sino que es una declaración de la importancia de la vida humana: si el precio que debe ser pagado por la rehabilitación de una persona es la vida de un animal, entonces no es un precio alto.  La clave está en la rehabilitación del hombre, en que él encuentre la imagen de Di-s dentro de él.  Como Di-s es compasivo, así el hombre debe ser compasivo.  Las personas, sin embargo, tienen una tendencia hacia el paganismo, y en lugar de pasar por un cambio profundo y real, el hombre prefiere con frecuencia \"pagar el precio\" financieramente, sin hacer cambios internos.  En las palabras del Profeta Oshea:

 

 

Este punto está claramente evidenciado por una trágica historia contada en el Talmud, de dos cohanim que se dispusieron a hacer un sacrificio Divino:

 

\"Nuestros Rabinos enseñaron: pasó una vez que dos cohanim corrían y subían por la rampa y se adelantó uno de ellos dentro de los dos metros del otro, sacó un cuchillo y se lo enterró en su corazón.  Se paró Rabí Tzadok y dijo: hermanos nuestros, la casa de Israel, escuchen, está escrito: \"cuando se encuentre un cuerpo en la tierra deberán salir los ancianos y los jueces?\" (Devarim 21).  ¿Quién de nosotros debe traer un sacrificio expiatorio??  Empezó el pueblo a llorar. Vino el padre del niño y lo encontraron todavía con vida pero agonizando.  Él dijo: \'qué sea él vuestra expiación. Y todavía mi hijo está con vida y el cuchillo no se impurificó\'.  Para enseñarte que para ellos es más dura la impureza de los utensilios que el derramamiento de sangre, y así dice: \'Y también mucha sangre inocente derramó Menashé hasta que llenó a Jerusalem completamente\'\" (Iomá 23a).     

 

Puesto que el hombre se desvía de sí mismo y de Di-s, los korbanot fueron necesarios para reenfocar, para recordar al hombre de su mortalidad, por un lado, y de su misión, por el otro.  Los korbanot tuvieron la intención de ser un medio para llegar a un fin, un camino hacia el encuentro de nuestro propio  \"tzelem Elo-him\".  Los korbanot fueron la llave que permitiría que el hombre recupere su enfoque, en un intento de arreglar al mundo, y no alguna clase de ritual mágico necesario para aplacar a un Di-s enojado.  El judaísmo, con sus intereses universales, pidió korbanot como una manera de tomar la profunda experiencia religiosa asociada con el Templo y llevarla a la vida de cada individuo.  El judaísmo es holístico, con intereses \"religiosos\", que resuenan en ambos dominios, el espiritual y el secular.

La experiencia del korbán en el Templo tuvo la intención de \"derramar\" su efecto haciendo impacto en cada uno de los aspectos de nuestra vida.  En el momento en que las personas pongan al ritual por encima de los temas sociales y morales, el Templo se transforma en un obstáculo más que en un lugar de salvación, y la destrucción es inevitable.