Arturo Kanner
Para Reflexionar Juntos

Blanco y negro

Imaginémonos a nuestro exterior como un cuadro vacío, como una hoja de papel que debemos llenar con atributos que nos caractericen, el arte de poder dibujarnos a nosotros mismos es el arte de vestir? ¿Blanco y Negro? Al hacerme religioso pensé que se me habí
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Imaginémonos a nuestro exterior como un cuadro vacío, como una hoja de papel que debemos llenar con atributos que nos caractericen, el arte de poder dibujarnos a nosotros mismos es el arte de vestir?

¿Blanco y Negro?

Al hacerme religioso pensé que se me habían acabado los colores de primavera, las ofertas invernales de las tiendas departamentales y demás cuestiones de la ropa para sustituirlos con una vestimenta del color de la pantalla de Charles Chaplin.

¿Qué es la ropa? ¿Qué representa? ¿Por qué el judaísmo le pone tanto énfasis al recato y a una vestimenta adecuada?
Como todo en la vida, para entenderlo no debemos quedarnos en la superficialidad de las cosas, sino penetrar en el origen de todas las cuestiones. La ropa y la manera en que vestimos es prácticamente la forma principal por medio de la cual nos damos a conocer al exterior. Por medio de la ropa podemos presentarnos en los diferentes roles que jugamos a lo largo de la vida. Cuando estamos de uniforme se nos identifica como estudiantes, con una raqueta en la mano como jugador de tenis, con buena ropa como una persona de posición económica buena y así sucesivamente podríamos decir que la ropa es nuestra tarjeta de presentación ante el mundo que nos rodea.

Esto es en un primer nivel, pero va mucho más allá. La vestimenta es el reflejo de nuestro interior, proyectamos en nuestro exterior lo que nuestro interior identifica que es apropiado para investirse a uno mismo, así como un rey se siente cómodo usando una corona porque su interior demanda un prestigio, y un bohemio andará con una gorra de Bob Marley demostrando mediante ella lo que cree y con lo que se identifica. Imaginémonos a nuestro exterior como un cuadro vacío, como una hoja de papel que debemos llenar con atributos que nos caractericen, el arte de poder dibujarnos a nosotros mismos es el arte de vestir?

Francamente no es una tarea fácil poder manifestar lo que soy por medio de la vestimenta. Además debemos cumplir con ciertas normas sociales que delimitan nuestra creatividad en gran medida, y así como un cubista debía pintar dentro de los límites que su vanguardia permitía, nosotros hacemos prácticamente lo mismo. Pero hay que ser sinceros! Infinidad de veces aparentamos algo que no somos y somos algo que no aparentamos, infinidad de veces me encontré con gente que vestía de una manera y era de otra, y eso crea una confusión y nos llama a pensar ¿quién realmente esa persona es?

Partiendo de estas dos premisas básicas quisiera plasmar mi enfoque. Vivimos en un mundo exterior, donde la profundidad es cada vez más lejana, por lo tanto, a veces debemos jugar un rol determinado para no crear una dualidad en los que nos observan! De la misma manera en que un doctor se pone una bata blanca para ser identificado con lo que es, o un productor de cine con su cigarro y su chaleco, quienes nos desenvolvemos en un mundo espiritual debemos vestirnos con formalidad, recato y dignidad! Y esta es una experiencia increíble, pues nos obliga a desarrollar en nosotros una personalidad auténtica, ya que si todos nos vemos más o menos igual, para diferenciarnos debemos sacar de nosotros lo que está adentro y eso hace a las relaciones humanas y a nuestra actitud un tanto más divertida.

Desgraciadamente la gente de afuera nos concibe con una idea prehecha de lo que cree que somos y no penetra para vernos en realidad, de la misma manera en que a veces nosotros no penetramos en la sensibilidad del que está en frente! Seguramente se preguntarán, ¿pero dónde quedó la personalidad, dónde quedó la expresión de lo que somos? Precisamente donde se debe manifestar, en la realidad, en el carácter, en el diálogo, en la acción?

¿La formalidad, el recato, la dignidad?! Sí. Pues somos mucho más que marcas, somos mucho más que vendernos al exterior, somos un mundo interior y por ende tanto las mujeres como los hombres nos delimitamos a ser quien somos y no a vendernos por medio de lo externo. Sabemos el poder que tiene la mercadotecnia, y es por eso que buscamos la verdad!

La vida es un teatro, de la misma forma en que uno diseña el papel, el vestuario y el entorno de sus personajes, los que estamos conscientes de que vivimos una obra debemos asumir nuestro papel y jugarlo, pero siendo quienes realmente somos?



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